Tema 8

Tema 8. El Derecho Interregional: criterios fundamentales seguidos por el Código Civil. La vecindad civil: examen de los artículos 14 y 15 del Código Civil. Su prueba.

El Derecho Interregional: criterios fundamentales seguidos por el Código Civil. (Título Preliminar. Capítulo V. Arts. 13-16)

La coexistencia dentro del territorio español de distintos Derechos civiles (forales o especiales) constituye una situación histórica reconocida por el Código Civil y garantizada hoy por el art. 149.1. 8 CE y diferentes Estatutos de las Comunidades Autónomas.

Esos diferentes Derechos civiles tienen un ámbito de vigencia espacial determinado. Regulan preferentemente cuestiones relativas al régimen económico matrimonial y a las sucesiones, aunque algunas compilaciones de estos Derechos incluyen también otras instituciones civiles (especialmente la de Navarra).

Se trata pues de materias pertenecientes al llamado “estatuto personal” y regidas por la “ley personal” del interesado. Todo ello puede dar lugar a “conflictos de leyes” de carácter interterritorial.

Artículo 13

  1. Las disposiciones de este título preliminar, en cuanto determinan los efectos de las leyes y las reglas generales para su aplicación, así como las del título IV del libro I, con excepción de las normas de este último relativas al régimen económico matrimonial, tendrán aplicación general y directa en toda España.
  1. En lo demás, y con pleno respeto a los derechos especiales o forales de las provincias o territorios en que están vigentes, regirá el Código Civil como derecho supletorio, en defecto del que lo sea en cada una de aquéllas según sus normas especiales.

Artículo 14

  1. La sujeción al derecho civil común o al especial o foral se determina por la vecindad civil.
  1. Tienen vecindad civil en territorio de derecho común, o en uno de los de derecho especial o foral, los nacidos de padres que tengan tal vecindad.
    Por la adopción, el adoptado no emancipado adquiere la vecindad civil de los adoptantes.
  1. Si al nacer el hijo, o al ser adoptado, los padres tuvieren distinta vecindad civil, el hijo tendrá la que corresponda a aquél de los dos respecto del cual la filiación haya sido determinada antes; en su defecto, tendrá la del lugar del nacimiento y, en último término, la vecindad de derecho común.
    Sin embargo, los padres, o el que de ellos ejerza o le haya sido atribuida la patria potestad, podrán atribuir al hijo la vecindad civil de cualquiera de ellos en tanto no transcurran los seis meses siguientes al nacimiento o a la adopción.
    La privación o suspensión en el ejercicio de la patria potestad, o el cambio de vecindad de los padres, no afectarán a la vecindad civil de los hijos.
    En todo caso el hijo desde que cumpla catorce años y hasta que transcurra un año después de su emancipación podrá optar bien por la vecindad civil del lugar de su nacimiento, bien por la última vecindad de cualquiera de sus padres. Si no estuviera emancipado, habrá de ser asistido en la opción por el representante legal.
  1. El matrimonio no altera la vecindad civil. No obstante, cualquiera de los cónyuges no separados, ya sea legalmente o de hecho, podrá, en todo momento, optar por la vecindad civil del otro.
  1. La vecindad civil se adquiere:
    1.° Por residencia continuada durante dos años, siempre que el interesado manifieste ser esa su voluntad.
    2.° Por residencia continuada de diez años, sin declaración en contrario durante este plazo.
    Ambas declaraciones se harán constar en el Registro Civil y no necesitan ser reiteradas.
  1. En caso de duda prevalecerá la vecindad civil que corresponda al lugar de nacimiento.

Artículo 15

  1. El extranjero que adquiera la nacionalidad española deberá optar, al inscribir la adquisición de la nacionalidad, por cualquiera de las vecindades siguientes:
    a) La correspondiente al lugar de residencia.
    b) La del lugar del nacimiento.
    c) La última vecindad de cualquiera de sus progenitores o adoptantes.
    d) La del cónyuge.
    Esta declaración de opción se formulará, atendiendo a la capacidad del interesado para adquirir la nacionalidad, por el propio optante, por sí o asistido de su representante legal, o por este último. Cuando la adquisición de la nacionalidad se haga por declaración o a petición del representante legal, la autorización necesaria deberá determinar la vecindad civil por la que se ha de optar.
  1. El extranjero que adquiera la nacionalidad por carta de naturaleza tendrá la vecindad civil que el Real Decreto de concesión determine, teniendo en cuenta la opción de aquél, de acuerdo con lo que dispone el apartado anterior u otras circunstancias que concurran en el peticionario.
  1. La recuperación de la nacionalidad española lleva consigo la de aquella vecindad civil que ostentara el interesado al tiempo de su pérdida.
  1. La dependencia personal respecto a una comarca o localidad con especialidad civil propia o distinta, dentro de la legislación especial o foral del territorio correspondiente, se regirá por las disposiciones de este artículo y las del anterior.

Artículo 16

  1. Los conflictos de leyes que puedan surgir por la coexistencia de distintas legislaciones civiles en el territorio nacional se resolverán según las normas contenidas en el capítulo IV con las siguientes particularidades:
    1.a Será ley personal la determinada por la vecindad civil.
    2.a No será aplicable lo dispuesto en los apartados 1, 2 y 3 del artículo 12 sobre calificación, remisión y orden público.
  1. El derecho de viudedad regulado en la Compilación aragonesa corresponde a los cónyuges sometidos al régimen económico matrimonial de dicha Compilación, aunque después cambie su vecindad civil, con exclusión en este caso de la legítima que establezca la ley sucesoria.
    El derecho expectante de viudedad no podrá oponerse al adquirente a título oneroso y de buena fe de los bienes que no radiquen en territorio donde se reconozca tal derecho, si el contrato se hubiera celebrado fuera de dicho territorio, sin haber hecho constar el régimen económico matrimonial del transmitente.
    El usufructo viudal corresponde también al cónyuge supérstite cuando el premuerto tuviese vecindad civil aragonesa en el momento de su muerte.
  1. Los efectos del matrimonio entre españoles se regularán por la ley española que resulte aplicable según los criterios del artículo 9 y, en su defecto, por el Código Civil.
    En este último caso se aplicará el régimen de separación de bienes del Código Civil si conforme a una y otra ley personal de los contrayentes hubiera de regir un sistema de separación.

La vecindad civil: examen de los artículos 14 y 15 del Código Civil. Su prueba.

La vecindad civil constituye en el Derecho interregional español un punto de conexión que permite determinar, en los conflictos de leyes civiles, cual es la ley personal del interesado.

Es una noción jurídica que posee un contenido y alcance propios. Es, al igual que la nacionalidad, un status de la persona; pero, mientras la nacionalidad es general respecto de los españoles, la vecindad civil posee un alcance particular y carece de la dimensión política de aquélla (tiene un carácter puramente privado).

Las cuestiones de Derecho interregional tienen en España una gran importancia, en el ámbito civil, por la pervivencia de los Derechos forales o especiales.

La determinación de la legislación civil aplicable en los conflictos de leyes que puedan surgir por la coexistencia de distintas legislaciones civiles en el territorio nacional se resolverán según las normas de Derecho internacional privado, pero convenientemente adecuadas al caso (art. 16.1 CC) . Así pues, el criterio de imputación personal no puede ser la nacionalidad, que es única, sino la vecindad civil.

Al igual que la nacionalidad permite saber cuál es el ordenamiento estatal aplicable a las personas, la llamada vecindad civil es un criterio de determinación de la legislación civil (común o foral) aplicable a los ciudadanos españoles.

Diferencias entre vecindad civil y vecindad administrativa: La vecindad civil no requiere propiamente residencia, sino básicamente voluntariedad en la aplicación del sistema o subsistema civil de que se trate (el navarro de nuestro ejemplo, siendo ya anciano, se traslada definitivamente a Badalona, por residir allí su única hija, pero desea seguir siendo considerado navarro); y es independiente, de una parte, de la condición política que supone la pertenencia a cualquiera de nuestras CCAA; y, de otra, de la vecindad administrativa propiamente dicha o pertenencia a un determinado municipio.

La vecindad administrativa es objeto de regulación por parte de la legislación de régimen local, que exige a “todo español o extranjero que viva en territorio español estar empadronado en el municipio en que resida habitualmente”.

Lo más destacable de la Ley 11/1990, de 15 de octubre, sobre reforma del CC en aplicación del principio de no discriminación por razón de sexo, es la nueva redacción del art. 14.5: “el matrimonio no altera la vecindad civil” (art. 14.4).

Las CCAA carecen de competencia alguna para regular la vecindad civil, estando reservada la regulación de tal materia a la legislación estatal.

Anterior
Siguiente