La ley 27/2011 sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social es un paso más en la reforma del sistema de seguridad social adelantado ya en los años ́90 por el Banco Mundial y que responde, no a hechos constatados empíricamente, sino a una estrategia de ingeniería social con una base ideológica que va produciendo una desafección popular a estos sistemas de seguro público y una deslegitimación del Estado del Bienestar. La reforma de la prestación por incapacidad permanente es un paradigma de esa reforma en marcha, que endurece los requisitos de acceso y mengua la cuantía de la pensión. Añade mas confusión, la hace objeto de futuros litigios y no aclara su posición fronteriza con otras prestaciones.