Cómo superar los exámenes
El cerebro es un gran enigma y quizás, en un futuro no muy lejano, podamos aprender una asignatura simplemente pasándonos su bibliografía básica por encima de la cabeza. Pero hasta entonces, el mejor modo de superar una asignatura es siguiendo las siguientes pautas.
Actitud
Para poder entender una materia y así recordarla, hay un punto inicial clave del que debemos partir: la actitud. Debemos tener una actitud activa ante el estudio. Una técnica no es nada si no va acompañada de acciones. No te fustigues con pensamientos del tipo: “Qué poco tiempo me queda”, “No voy a poder estudiar tantas lecciones”, “He empezado a estudiar demasiado tarde”, pues no sirven de nada y sólo consiguen distraerte de tu objetivo.
Estrategia
Planifica y organiza el estudio. Realiza tu propio calendario de estudio. ¿Ya has decidido a qué exámenes te vas a presentar?. Traza tus propios objetivos.
Recuerda que el estudio necesita su tiempo, aprende a leer rápido, para ello evita mover los labios. Ver películas subtituladas también ayuda a mejorar la velocidad de lectura.
Estudio
Lectura
La lectura supone la práctica más importante para el estudio. Su finalidad es entender ideas. Un proceso de lectura eficiente consiste en:
- Lectura rápida del texto: nos permite tener una visión global del contenido del texto. El objetivo es comprenderlo de forma genérica, sin detenernos en detalles particulares.
- Segunda lectura: fíjate en los términos importantes, y en los nuevos. Lee todo: texto, citas, recuadros, gráficos, ilustraciones, etc.
- Con tus propias palabras: un 50% de la lectura se olvida nada más concluirla. Repetir con tus propias palabras el material leído ayuda a la retención.
La lectura se realiza a través de fijaciones, que vienen a ser los movimientos de los ojos mientras leemos. Al leer efectuamos una serie de saltos sobre las líneas de textos. En cada salto abarcamos un número de palabras o incluso una frase entera si es breve. Si realizamos demasiadas fijaciones por línea nuestra lectura será más lenta. Para evitar un número excesivo de fijaciones:
- Procura concentrarte en un único renglón cada vez. Para ello podemos servirnos de una postal que vaya tapando gradualmente todos los renglones que van por debajo del texto que estamos leyendo. El objetivo es tratar de evitar interferencias con otras líneas posteriores. Esta misma postal te puede servir para subrayar.
- Forzar la vista con la intención de captar una amplitud mayor de palabras.
- Fijar la primera y última palabra de cada frase.
- Evitar regresiones, es decir, la vuelta a otros renglones previos.
Subrayado
Tanto el subrayado como las notas al margen nos ayudan a destacar lo relevante de la información que vamos leyendo y, más adelante, nos servirán para estructurarla y sintetizarla. El subrayado nos facilita también realizar con mayor agilidad posteriores lecturas.
Debes subrayar las palabras clave que representan las ideas principales y las ideas secundarias, así como los detalles de interés. Antes de subrayar es imprescindible una comprensión total del contenido del párrafo o página. Se puede diferenciar el tipo de subrayado según la importancia de los aspectos a destacar, utilizando para ello distintos colores, distintos trazos, etc. Cuando por su importancia sea necesario subrayar varias líneas seguidas, es más práctico situarlas entre corchetes o paréntesis.
Debemos evitar sobrecargar el texto con subrayados, anotaciones y símbolos, que después dificulten la tarea de síntesis.
Anotaciones al margen
Las anotaciones sirven para hacer obvios aspectos que están implícitos en el contenido, pero que a veces no son explícitos en el texto.
En caso necesario, junto a cada párrafo se harán anotaciones al margen, en forma de palabra clave, para explicitar aspectos que aunque no se dicen abiertamente en el texto, nos van a resultar útiles para la organización de la información en los esquemas. Algunas de las palabras claves más utilizadas para estructurar un texto son:
Introducción Definición Característica Resumen Fase Desarrollo Clases |
Causas Consecuencia Efecto Elemento Funciones Origen Tipo |
Podemos utilizar también signos, flechas o símbolos que nos ayuden a precisar, destacar o relacionar unos contenidos con otros.
Ventajas del subrayado y las anotaciones
- Desarrolla nuestra capacidad de análisis y observación.
- Facilita la comprensión y la estructuración de ideas.
- Nos obliga a plantearnos qué es lo principal y qué es lo secundario.
- El estudio se hace más activo; nos obliga a fijar más la atención.
- Facilita el repaso y la relectura rápida del texto.
Resumen
Hacer un resumen consiste en sintetizar la información de la forma más breve posible, utilizando un lenguaje propio. Sintetizar el material de estudio constituye una técnica clave de estudio dirigida a conseguir los siguientes objetivos:
- Aclarar la estructura del tema entresacando lo esencial y lo importante.
- Ordenar jerárquicamente las ideas.
- Acotar la extensión del texto que se debe estudiar.
- Facilitar el repaso.
- Determinar con antelación qué es lo que puede salir en el examen y qué es lo que se puede omitir.
- Facilitar el estudio activo.
Características de un buen resumen son:
- Brevedad: mejor no repetir.
- Claridad: distinguir cada una de las ideas de las demás.
- Jerarquía: lo prioritario debe destacar sobre lo secundario.
- Integridad: no confundir “entresacar” lo importante, con recortar el tema.
Mapas conceptuales (Memoria visual)
Tienen como objetivo representar relaciones entre conceptos en forma de diagramas o gráficos. Está considerado como una de las herramientas principales para facilitar el aprendizaje. Integra los conceptos en una estructura organizada de la información.
Cómo superar los exámenes
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Lo primero que debes comprender es que no es lo mismo estudiar que preparar un examen. Cuando estudiamos el objetivo es aprender, entender una materia. Y cuando preparamos un examen, el objetivo es superar una asignatura.
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Para superar una asignatura es necesario haber extraído el núcleo de la materia en la fase de estudio.
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Es de vital importancia preparar el examen a partir de los esquemas, resúmenes o diagramas que hemos preparado.
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Debemos realizar casos prácticos y ejercicios. Así como probar a responder exámenes de años anteriores.
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También es importante resaltar que hay varios tipos de examen: tipo test, ejercicios prácticos, preguntas a desarrollar, … Y cada cual se prepara de manera diferente. Por ejemplo, si el examen es de tipo práctico, no esperes aprobar el examen sólo leyendo los apuntes, en este caso debes realizar ejercicios prácticos. Si es tu caso, revisa los exámenes de años anteriores. Sin embargo, si el examen de la asignatura que te estás preparando es de tipo test, seguramente con sólo una lectura detenida con subrayado y una posterior relectura sea suficiente. En el caso de que el examen de la asignatura que te estás preparando sea de preguntas a desarrollar, es muy importante que sintetices las preguntas más importantes de la asignatura, de modo que queden en: el enunciado de la pregunta y 5 o 6 frases escuetas y fáciles de memorizar que te permitan, el día del examen, desarrollar la pregunta.
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Di adiós por unos días al móvil, a las redes sociales, a leer las noticias, a la multitarea, a mirar al horizonte, etc… Concéntrate sólo en el estudio.
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Procura estudiar en un lugar donde te sientas a gusto, en donde no haya nada que te distraiga.