La mejor forma de trabajar juntos

El equipo de mediadores no se constituirá como un equipo de trabajo sin más, sino que debe encaminarse hacia un modelo con una base de participación, tanto de todos sus miembros en particular, como del equipo en general.

Deberá crearse una estructura participativa, dando lugar a un modelo de participación caracterizado por dos tipos de procesos:

  • Proceso de comunicación: haciendo referencia a todos los intercambios de información que se producen entre los miembros del equipo para conseguir un objetivo. Mediante esos intercambios se producen las relaciones interprofesionales, la toma de decisiones y la facilitación de la consecución de objetivos grupales y de equipo. La comunicación es una característica definitoria del proceso de mediación, y debe comenzar por el equipo de profesionales mediadores. Para que la comunicación sea buena en el equipo debe facilitarse la expresión de los desacuerdos, pese a los conflictos que pueda ocasionar, ya que es la única vía para que el equipo funcione y se consolide.
  • Proceso de interacción: a partir de las redes de afinidad, se desarrollan las relaciones interpersonales en el seno del equipo. Es un indicador de la cohesión interna del equipo, y está muy relacionado con el liderazgo.

La pareja de co-mediadores tiene que ser capaz de mostrar a las partes en conflicto, una modelo de interacción alternativo y diferente. La forma de relacionarse apoya el logro de un objetivo común. Es útil que la pareja de mediadores trabajando en equipo, esté constituida por una mujer y un hombre, y si el equipo es mayor que haya una distribución paritaria de géneros. Nos sirve para pensar en las diferencias de género, aunque no tenemos que olvidar que las diferencias de raza, idioma, cultura, también influyen en el proceso de mediación.

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