La dirección de la escritura
Por dirección de la escritura se entiende el ángulo formado por los trazos descendentes en relación con la base de la línea, la orientación de la base de la línea, la orientación derecha-izquierda del trazado y las sinuosidades de la línea.
Ángulo formado por los trazos descendientes en relación con la base de la línea
Escritura vertical
Se dice que una escritura es vertical cuando sus letras descienden perpendicularmente sobre la línea de base.
Es un medio gráfico favorable, esta característica indica cualidades de sangre fría, firmeza (sobre todo si la escritura es angulosa), constancia y estabilidad. Se encuentra con bastante frecuencia en personas en quienes la razón prevalece sobre los sentimientos, de las que se dice habitualmente que “la cabeza domina al corazón”. Existe un control de la afectividad y un autodominio. La verticalidad es también un buen índice de voluntad.
En el caso contrario, revela el carácter indeferente, la usencia de sentimentalismo, el lado frío, el “corazón seco”.
Asociado a una escritura muy angulosa, nos podríamos hallar ante personas desdeñosas, impasibles ante el sufrimiento de los demás, altaneras, duras.
Escritura inclinada
Es aquella que, al contrario de la precedente, forma un ángulo más o menos agudo a la derercha con la línea de base.
En general indica que la afectividad, la emotividad y la sensibilidad del escritor tienden a prevalecer sobre la razón. No hay que sorprenderse de que esta clase esté ligada al tipo “sentimiento” de Jung, así como a la noción de extraversión.
Escritura invertida
La escritura invertida es la que, a diferencia de las dos precedentes, se inclina hacia la izquierda, formando un ángulo obtuso abierto a la derecha con la línea de base.
Normalmente indica introversión, tendencia al repliegue sobre sí mismo, cierta dificultad para comunicarse con los demás y falta de espontaneidad. El escritor lucha contra su sensibilidad, desconfía, a veces se rodea de un halo de misterio o adopta actitudes defensivas.
Escritura enderezada
La escritura enderezada corresponde a una noción diferente: en ella, la inclinación en un mismo grafismo se atenúa de modo más o menos sensible para acercarse a la vertical.
Se dice en estos casos que existe un conficto entre la afectividad y la razón, entre la cabeza y el corazón. Si esta tensión se supera bien, el escritor consigue dominar sus impulsos y puede revalorarlos en un sentido positivo. En caso contrario, contenido por dos impulsos contradictorios, el escritor permanece irresoluto, vacilando sobre qué partido tomar. Indeciso hasta la mabivalencia.
La orientación de la base de la línea
Escritura horizontal
La escritura es horizontal cuando sigue la línea que le sirve de base. Se dice también en este caso que la escritura es alineada.
Es indice de estabilidad, espíritu de ponderación, seriedad, autodisciplina, constancia y firmeza. Es propia de las personas que llevan a término lo que emprenden. Resulta un buen revelador de la voluntad.
Escritura ascendente
Es la que se eleva de manera mas o menos marcada de izquierda a derecha.
Se trata de una escritura muy significativa para el grafólogo. Cuando asciende moderadamente significa necesidad de iniciativa, ardor, entusiasmo, vivacidad, animación. Se encuentra frecuentemente entre los optimistas, entre la gente que ama la vida. Es un índice muy evidente de extraversión.
Escritura descendiente
Al contrario de la anterior, la escritura descendiente es aquella cuyos renglones descienden de izquierda a derecha por debajo de la línea de base.
Ante una escritura descendente es preciso preguntarse si el declive de la línea es simplemente pasajero o si el autor incurre en él a menudo. Lo que recuerda la necesidad, dicho sea de paso, de trabajar sobre dos o más documentos confeccionados en fechas más o menos alejadas.
Si esta característica es accidental, demuestra una contrariedad, una inquietud o una fatiga pasajera.
Si es contante, indica falta de confianza en sí mismo, triteza, melancolía, pesimismo, tendencia a la depresión.
Si la escritura es marcadamente descendente (escritura “hundida”), estamos en presencia de la neurastenia, de sentimientos de abandono, de ideas negras… o simplemente de la enfermendad o la vejez.
La orientación derecha-izquierda del trazado
Escritura progresiva (o dextrógira)
Es aquella en la que el moviento general, así como la mayoría de los elementos gráficos particulares, están orientados hacia la derecha.
El significado es cercano al simbolismo de la progresión hacia la derecha: espontaneidad, impulso e iniciativa. Corresponde a gente activa, preocupada por progresar y proyectarse en lo que hace; de espíritu vivaz, receptivo, asimilador, consciente de la realidad; de temperamento natural, expansivo, comunicativo, conciliador, en consonancia con el medio. Esta clase se encuentra prácticamente siempre entre la gente altruista.
Escritura centrífuga
Hay escrituras que, sin ser progresivas en el sentido que acabamos de definir, incluyen trazos finales que se dirigen a la derecha o hacia arriba a la derecha. En un grafismo armonioso, esta clase refuerza el significado de la escritura progresiva.
Las formas centrífugas acompañadas por disonancias gráficas de mayor o menor entidad corresponden a personas revoltosas, impulsivas, gastosas, que actúan sin atender razones, en virtud de los impulsos del momento.
Escritura regresiva (o sinistrógira)
Es aquella en la que los trazos tienen tendencia a orientarse hacia la izquierda.
Indica que su autor orienta sus movimientos hacia sí mismo, en un gesto acaparador o de regreso al pasado. Denota en un contexto de introversión, una tendencia al egoísmo y al egocentrismo, las dificultades de adaptación, una falta de sociabilidad que raya en la misantropía.
Escritura centrípeta
La escritura centrípeta es a la escritura regresiva lo que la centrífuga era a la progresiva: observamos movimientos terminales, tanto al final de algunas palabras como al finalizar ciertas letras, que se orientan hacia la izquierda.
El significado es casi el mismo que el de la escritura regresiva, con la diferencia de que, ejerciéndose por definición en las zonas superiores o inferiores, denota, en el primer caso, un aspecto mediativo (o quimérico en un entorno negativo), y, en el segundo, la tendencia a ahorrar, el sentido y el gusto por el dinero ( en el caso más desfavorable, se trata de un individuo pedigüeño, ávido de ganancias, que subordina todo al dinero)
Escritura torcida
En esta escritura, que a menudo se asocia a la clase “inhibida” los trazos rectilíneos o las curvas de las hampas y jambas forman inflexiones exageradas.
Generalmente esta escritura se relaciona con un estado nervioso más o menos duradero, con problemas respiratorios o endocrinos y con el cansancio. (Es normal entre niños y los ancianos)
Las sinuosidades de la base de la línea
Escritura sinuosa
Hemos visto que una escritura podía ser horizontal. La clase sinuosa, así como las siguientes (convexa y cóncava), corresponden por el contrario a aquellos casos en que el grafismo se aparta más o menos de su curso horizontal.
Se dice que una escritura es sinuosa cuando sus líneas forman ondulaciones más o menos acentuadas a lo largo de la línea de base.
Su interpretación debe realizarse con mucha prudencia. En un medio gráfico favorable, indica un espíritu flexible, penetrante, con sentido de los matices; es un índice seguro de adaptabilidad y comportamiento maleable. Pero en un medio negativo, y sobre todo si la sinuosidad coexiste con signos de insinceridad, revela inconsistencia, carácter hidizo, descaro y astucia.
Escritura convexa
Es la escritura en la cual las líneas ascienden y después descienden, como si formaran un arco.
Significa el entusiasmo y el impulso que no pueden ser sostenidos: el escritor carece de estabilidad y de persistencia en las tareas que debe cumplir. Su energía decae en proporción inversa a la aceleración inicial y la depresión termina por hacer presa en él.
Escritura cóncava
Por el contrario, en la escritura cóncava las líneas descienden primero y ascienden después, en forma de cavidad.
Tiene un significado inverso al precedente: el escritor muestra una reacción volutaria contra un estado de cansancio, de desaliento, contra el cual lucha y se recupera.
Escritura superpuesta ascendiente
Es la escritura en la que los elementos gráficos suben partiendo de la línea de base.
El escritor frena sus impulsos, controla sus ímpetus, es capaz de echarse atrás y tomarse tiempo para reflexionar antes de comprometerse nuevamente en la acción. Pero si las subidas son excesivas y reina el desorden, el significado de esta escritura es negativo.
Escritura superpuesta descendente
En este caso las palabras, o parte de los renglones, descienden a partir de la línea de base.
Esta escritura indica que el autor lucha perpetuamente contra sus tendencia al desaliento, pero se recupera después de sus caídas al vacío y se obstina para superar los obstáculos que frenan sus impulsos.