La Unión Europea
Mediante el Tratado de la Unión Europea, adoptado en Maastricht en 1992, los Estados miembros de las Comunidades Europeas constituyeron entre sí una Unión Europea (art. 1 del Tratado de la UE).
El proyecto de Unión Europea se remonta casi a los orígenes mismos del proceso de la integración; por ejemplo, la propuesta del ministro francés, Aristide Briand, ante la Sociedad de Naciones en 1929. Pero, sin perjuicio de esos orígenes, algo lejanos y conceptualmente distintos, el objetivo de transformar cualitativamente las relaciones emprendidas en 1951 y 1957 se puede situar en los años setenta del pasado siglo, siendo el «Informe Tindemans» sobre la Unión Europea de 1975 el documento que preveía una evolución progresiva consolidando y desarrollando las Comunidades Europeas y ampliándolas a nuevas políticas.
De la Declaración Solemne sobre la Unión Europea, adoptada por el Consejo Europeo de 1983 en Stuttgart, se deducía que el concepto es una idea de síntesis: mediante la creación de la UE los Estados miembros estaban decididos a alcanzar «una concepción común, global y coherente» del proceso.
El núcleo de la Unión Europea en esos años se situaba exclusivamente en las Comunidades Europeas; se estimaba que se progresaría en la vía de la Unión en la medida en que se desarrollasen y se profundizase en las políticas existentes así como se emprendiesen nuevas políticas de cooperación en el marco de los Tratados de París y de Roma. La Unión Europea en 1983 era todavía exclusivamente comunitaria.
El Acta Única Europea de 1986 (en vigor desde el 1 de julio de 1987) fue el primer texto de derecho originario que recogió el objetivo de la Unión Europea y lo hizo en el primer párrafo de su Preámbulo: «animados por la voluntad de proseguir la obra emprendida a partir de los Tratados constitutivos de las Comunidades Europeas y de transformar el conjunto de las relaciones entre sus Estados en una Unión Europea». Sin embargo, no se adoptó la decisión de constituir la Unión Europea si bien se acordó introducir, junto al pilar comunitario, aunque completamente separado de éste, el pilar intergubernamental de la Cooperación Política Europea (CPE). La Unión se perfilaba como un híbrido político.
Por fin, la decisión de constitución cobró realidad en el primer artículo del Tratado de la Unión Europea de 7 de febrero de 1992 firmado en Maastricht (en vigor desde el 1 de noviembre de 1993).
La Unión Europea, tal como se ideó en el inicial Tratado de Maastricht de 1992, era un ente político, era el todo basada en tres partes o pilares sobre los que se sustentaba el proceso en su conjunto: las Comunidades Europeas y las dos formas de cooperación intergubernamental —la Política Exterior y de Seguridad Común PESC y la cooperación judicial penal y policial—.
Podríamos decir que la Unión Europea era un ente de la razón con fundamento in re (en las Comunidades). Era un ideal político, que tiene una entidad política pero cuya realidad —política,jurídica, económica, social— se sustentaba en las realizaciones materiales conseguidas fundamentalmente a través de las Comunidades Europeas.
Los tres pilares conducían a los objetivos últimos de la Unión y participaban parcialmente del sistema institucional; pero se distinguían por utilizar instrumentos de integración diferentes y por el método comunitario (basado, en breves palabras, en la iniciativa exclusiva de la Comisión y la aprobación por mayoría cualificada en el Consejo y por mayoría en el PE).
Pero esta idea de una Unión Europea basada en las tres Comunidades (CECA-CEE-Euratom) como pilar central comunitario, junto a los pilares o formas de cooperación intergubernamentales, resultó muy compleja y difícil de entender por la ciudadanía y por los propios políticos que daban por desaparecidas aquéllas. Tras la reforma introducida por el Tratado de Lisboa de 2007 al Tratado de la Unión Europea desaparece formalmente la estructura de pilares, extingue la antigua Comunidad Europea (pero no su tratado que pasa a denominarse Tratado de Funcionamiento de la UE) y hace que la renovada Unión Europea le suceda de forma unificada.