El mundo clásico. La democracia
Reflexiones generales
La democracia, se presenta hoy como un sistema favorable e indiscutible. Parafraseando, en positivo, la célebre frase de Winston Churchill “el menos malo de los regímenes políticos conocidos”.
Ciertamente, el hecho de que el pueblo, desde el sufragio universal, presida, rija y administre su propio destino en una comunidad política resulta el mejor de los sistemas, siempre y cuando en su funcionamiento se den las premisas necesarias para garantizar la consecución del bien común y el interés general.
La etimología de la palabra democracia se nos presenta, a priori, de forma sencilla y por el contrario siempre ha suscitado debate. Siendo una realidad siempre inacabada. Y es que la grave dificultad de precisión conceptual no derivaría de los que debemos entender por “poder”, sino por “pueblo”.
La voz “pueblo” se pronuncia, en las esferas de la vida pública, en superficiales escritos de divulgación y en medios de comunicación con contenidos diversos. Y es que no define una categoría delimitada, sino que posee un abanico omnicomprensivo en el que “cabe casi todo”.
Si la convivencia social, entre particulares o en la forma de organizar el gobierno de la cosa pública crea tensiones, la democracia surge de la convicción de que el conjunto del pueblo es capaz de decidir las soluciones a fin de resolver esos problemas. Y el resultado real en cuanto a la eficacia de tal forma de gobierno es muy diversa en una y otra comunidad política y no sólo en una y otra etapa histórica.
Riesgos perennes del modelo democrático
Riesgos que ya tempranamente surgieron en Atenas y llevaron a importantes crisis. Podríamos enumerar los siguientes:
- Demagogia. Uno de los mayores riesgos. A través de la utilización de modos formalmente democráticos que responden a intereses de un grupo y provocan un quebranto de los intereses generales al desembocar en un desgobierno con nefastas consecuencias sociales.
- Corrupción. Que socaba la legitimidad de los representantes políticos.
- Acusaciones. El uso de malas artes en la lucha política traía cruce de acusaciones inciertas o falta de pruebas entre rivales de las distintas facciones o partidos. Es evidente que estas realidades que pusieron en riesgo la democracia ateniense, siguen estando presentes en los tiempos actuales.
Algunas concordancias y divergencias entre los modelos democráticos del mundo antiguo y de la actualidad
La principal concordancia entre los dos “mundos” es el uso del sistema democrático como tal. En base a ello, el temario analiza las diferencias más significativas en su uso por cada uno de ellos.
- La democracia contemporánea difiere de la ateniense, sobre todo, en el principio de la representatividad, por el que el pueblo ejerce la soberanía que ostenta a través de sus representantes frente a la democracia directa greco-romana.
- Otra nota diferencial es la actual decadencia del poder parlamentario como órgano constitucional en el que recae la soberanía popular a favor del poder de los partidos políticos que restringen, en alguna medida, la libertad de actuación de sus parlamentarios como consecuencia de ser candidatos en sus listas electorales.
- Desde una óptica histórica y de cómo la guerra afecta a la democracia, vemos como el modelo ateniense sucumbe por las guerras exteriores y su derrota militar. Por el contrario, en el S. XX la democracia se salva de su crisis por la victoria de las potencias que constituían los Aliados en la Segunda Guerra Mundial. Gracias a este triunfo bélico, las dos principales democracias del mundo -Reino Unido y EEUU- se mantienen como modelos de participación ciudadana para los países que conforman el bloque denominado civilización occidental.
- Tanto en la Atenas, como en la Roma republicana, casi nada limitaba los acuerdos que podían adoptarse como consecuencia del poder que se les reconocía a las Asambleas populares (Ekklesia ateniense o Comicios republicanos romanos). Esto significaba que la facultad de legislar como consecuencia de la votación directa de los ciudadanos era prácticamente absoluta. Por el contrario, en la actualidad, la función legislativa del Parlamento está sometida al conjunto del orden constitucional, lo cual es una expresión manifiesta del imperio de la Ley y del establecimiento del Estado de Derecho.
- En relación con la propia concepción del Estado (estructura sobre la que se desarrolla el modelo democrático), la organización de la polis y después de la civitas es de orden natural, siendo una yuxtaposición de grupos humanos tales como la familia y la gens. Son éstos sus células básicas para transformarse en ciudad-estado. Por el contrario, la mayor parte de los estudiosos entienden que las democracias contemporáneas se desarrollan en una estructura estatal que, sin perjuicio de que puedan responder a una historia de pasado y convivencia común, surgen como consecuencia de un pacto o contrato social.
No obstante, el concepto democracia es más ideal que real al conformarse como una meta hacia la cual tratamos de aproximarnos con mejor o peor fortuna. Siendo conscientes de que nunca lograremos consolidarla en su plenitud.