La rima

Ritmo fonético

Además del ritmo acentual, ya estudiado, el poeta puede obtener un bello efecto, repitiendo los sonidos finales de los versos y creando un ritmo fonético. Se dice entonces que estos versos riman.

Rima

Se llama rima al ritmo fonético producido por la igualdad o por la semejanza entre los sonidos finales de dos versos a contar desde la última vocal acentuada.

Rima perfecta o consonante

Se dice que dos versos riman (o con-suenan) en rima perfecta o consonante cuando, a contar desde la última vocal acentuada, se repiten las vocales y las consonantes.

Así en estos versos de Iriarte:

Un oso con que la vIDA

ganaba un piamontÉs

la no muy bien aprendIDA

danza ensayaba en dos pIES.

vemos como los versos 1º y 3º, 2º y 4º riman en rima perfecta o consonante.

OBSERVACIONES SOBRE LA RIMA CONSONANTE:

  1. No deben colocarse más de dos rimas consonantes seguidas, para evitar la sensación de insistencia excesiva.
  2. Deben evitarse rimas demasiado vulgares (en aba, ente, ido, etc.), o demasiado rebuscadas (ripios).

Como lo que importa es la igualdad de los sonidos, pueden perfectamente rimar palabras como escl-ava y llor-aba; f-ebo y nu-evo, aunque su ortografía sea distinta.

Rima imperfecta o vocálica

Es la que desde la última vocal acentuada, repite sólo las vocales, dejando libres las consonantes.

Así en estos versos

Rey Don Sancho, Rey Don Sancho,

no digas que no te avIsO

que del cerco de Zamora

un traidor había salIdO;

. . .cuatro traiciones ha hecho

y con ésta serán clncO

notamos que en los versos segundo, cuarto y sexto se repiten, desde el último acento las vocales, pero no las consonantes.

OBSERVACIONES SOBRE LA RIMA VOCÁLICA:

  • Cuando la rima es aguda sólo se repite una vocal. Se dice, pues, que existe rima vocálica en a, e, i, o, u.
  • Cuando la palabra final es llana, se repiten dos vocales, que designan la rima. Así el ejemplo anterior rima en i-o.
  • En los versos terminados con palabra esdrújula, la rima vocálica se apoya en la vocal tónica y en la última, prescindiendo de la vocal intermedia.

Así:

pá(li)do puede rimar con vaso

pér(fi)do puede rimar con techo

ní(ti)do puede rimar con río

có(mi)co puede rimar con pós(tu)mo

tré(mu)lo puede rimar con cé(li)co

nú(me)ro puede rimar con sú(bi)to

  • Cuando al final de un verso figura un diptongo, la vocal débil no cuenta para la rima vocálica.

Así: Franc(i)a puede rimar con plata

ba(i)le puede rimar con grave

od(i)o puede rimar con coro

Rima interna

Algunos poetas, muy pocos, han hecho rimar el final de sus versos, con palabras del interior de los mismos.

Léase este ejemplo, de Garcilaso:

Miraba otra figura de un mancEBO

el cual venía con FEBO mano a mANO

al modo cortesANO. En su manERA

lo juzgara cualquiERA, viendo el gesto. . .

Pie quebrado

Llámase pie quebrado a la intercalación de un verso muy corto en un conjunto de versos de mayor longitud.

Señora, el amor es violento

y cuando nos transfigura

nos enciende el pensamiento

la locura.

Rubén Darío

Verso blanco

La rima no es necesaria para el verso. Se pueden escribir poesías enteras sin rima de ninguna especie: se dice entonces que están escritas en rima libre o verso blanco.

Formación de la estrofa

Las distintas agrupaciones de versos y de rimas, de acuerdo con un modelo constante reciben el nombre de estrofas.

Combinaciones de dos a cinco versos

La estrofa

Cuando los metros y las rimas de unos versos se combinan de una manera constante a lo largo de una composición constituyen una estrofa.

Cómo se reconoce

Para reconocer una estrofa debemos observar:

  1. El número de sus versos.
    1. Estudiaremos estrofas que se forman de dos a catorce versos.
    2. Existen también estrofas cuyo número de versos es indeterminado.
    3. Los versos se numeran, es decir, van con adjetivos ordinales (primero, segundo, tercero, etc.).
  2. La medida de los versos.
    1. Cada estrofa exige una medida determinada a sus versos.
    2. Hay estrofas cuyos versos son de medidas iguales (isosilábicas).
    3. Otras se forman con versos de medida distinta (anisosilábicas).
  3. La clase de sus rimas.
    1. La mayoría de estrofas están constituidas por rimas perfectas (consonantes).
    2. Otras en cambio, se forman con rimas imperfectas (vocálicas).
  4. La distribución de las mismas.
    1. Cada estrofa se define señalando la manera como se combinan sus rimas (se dice, por ejemplo, que el primer verso rima con el tercero, etcétera).

Sus esquemas

Para abreviar, podemos describir las estrofas por medio de esquemas que señalan, para cada verso, un número (que indica el de sus sílabas) y una letra (que expresa la rima).

Usaremos letras mayúsculas para indicar la rima consonante, y minúsculas, para referirnos a la rima vocálica. Cuando la rima sea aguda acompañaremos a la letra de un apóstrofo. Cuando queramos indicar ausencia de rima (verso blanco) pondremos una x.

Estrofas consonantes

La mayoría de las estrofas castellanas son de rima perfecta o consonante. Estudiaremos las principales.

Estrofas de dos versos

Pareado

Son dos versos de arte mayor que riman entre sí.

(11 A) No es fácil que repose dulcemente

(11 A) ocioso cuerpo ni alma delincuente.

Juan Eugenio de Hartzenbusch

(12 A) Vino, sentimiento, guitarra y poesía

(12 A) hacen los cantares de la patria mía.

Manuel Machado

Aleluya

Es el pareado de arte menor.

(8 A) La primavera ha venido

(8 A) nadie sabe cómo ha sido.

Antonio Machado

Uso de estas estrofas

La brevedad de estas estrofas las hace útiles para refranes o sentencias. (“Perro ladrador / poco mordedor”; “A Dios rogando / y con el mazo dando”)

Las aleluyas sirven para explicar los dibujos de las historietas infantiles.

Estrofas de tres versos

Terceto (11 A,11 B,11 A)

Tres versos endecasílabos, rimando el primero con el tercero; quedando el segundo libre.

(11 A) Fabio, las esperanzas cortesanas

(11 B) prisiones son do el ambicioso muere

(11 A) y donde al más astuto nacen canas.

Fernández de Andrada

Tercetos encadenados (11 A, 11 B, 11 A, 11 B, 11 C, 11 B, 11 C, 11 D, 11 C, 11 D, 11 E, 11 D)

Son tercetos en los cuales la rima del segundo verso del primer terceto pasa a ser la de los versos primero y tercero del terceto siguiente.

(11 A) Nadie más cortesano ni pulido

(11 B) que nuestro Rey Felipe, que Dios guarde,

(11 A) siempre de negro hasta los pies vestido

(11 B) Es pálida su tez como la tarde;

(11 C) cansado el oro de su pelo undoso,

(11 B) y de sus ojos, el azul, cobarde.

(11 C) Sobre su augusto pecho generoso

(11 D) ni joyeles perturban ni cadenas

(11 C) el negro terciopelo silencioso.

(11 D) Y, en vez de cetro real, sostiene apenas,

(11 E) con desmayo galán un guante de ante

(11 D) la blanca mano de azuladas venas.

Manuel Machado

Tercerilla

Es una estrofa de tres versos de arte menor. Unas veces rima con un terceto (y se llama también tercetillo).

(7 A) De amarillo calabaza,

(8 B) en el azul, cómo sube

(8 A) la luna sobre la plaza.

Antonio Machado

Otras veces, el primer verso queda libre, rimando los otros dos.

(8 A) —Di, ¿por qué mueres en cruz

(8 B) universal Redentor?

(8 B) -¡Ay, que por ti, pecador!

Lucas Fernández

Uso de estas estrofas

Los tercetos encadenados se han usado para exponer largos relatos. Como el de Dante Alighieri que nos explica en la Divina Comedia su viaje fantástico al Infierno, al Purgatorio y al Paraíso. También muchas epístolas (o cartas en verso) se han escrito en tercetos encadenados.

Las tercerillas se utilizan para los cantos de Navidad (o villancicos) y para los estribillos, que se repiten en las canciones antiguas.

Estrofas de cuatro versos

Las estrofas de cuatro versos son:

  • De rimas cruzadas (ABBA): cuarteto, redondilla, y
  • De rimas alternas (ABAB): serventesio, cuarteta.

Cuarteto (11 A, 11 B, 11 B, 11 A)

Cuatro versos endecasílabos con rima cruzada: el primero con el cuarto y el segundo con el tercero.

(11 A) Es voz común que a más del mediodía,

(11 B) en ayunas la zorra iba cazando;

(11 B) halla una parra, quédase mirando

(11 A) de la alta vid el fruto que pendía…

Félix Ma. de Samaniego

Redondilla (8A, 8B, 8B, 8A)

Es la misma combinación de cuarteto, pero con versos octosílabos.

(8 A) Los hilos del aguacero

(8 B) sesgan las nacientes frondas

(8 B) y agitan las turbias ondas

(8 A) en el remanso del Duero.

Antonio Machado

Serventesio (11 A, 11 B, 11 A, 11 B)

Estrofa de cuatro versos endecasílabos con rima alterna: primero con tercero y segundo con cuarto.

(11 A) ¿Por qué volvéis a la memoria mía,

(11 B) tristes recuerdos del placer perdido

(11 A) a aumentar la ansiedad y la agonía

(11 B) de este desierto corazón herido?

José de Espronceda

Cuarteta

Son cuatro versos de arte menor y rimas alternas (ABAB) que suelen ser octosílabos.

(8 A) Tras la yunta que gobierna

(8 B) mi mano de labrador

(8 A) solitario allá en mi serna

(8 B) sembré los surcos de amor.

Enrique de Mesa

Tetrástrofo monorrimo (14 A, 14 A, 14 A, 14 A)

Cuatro versos alejandrinos, con una sola rima.

(14 A) Quiero fer una prosa en roman paladino

(14 A) con el cual suele el pueblo fablar a su vecino

(14 A) ca non so tan letrado por fer otro latino,

(14 A) bien valdrá como creo, un vaso de bon vino.

Gonzalo de Berceo

Uso de estas estrofas

Las estrofas de arte menor (redondillas, cuartetas) se utilizan mucho en el teatro y en las coplas o canciones populares. Las de arte mayor (cuarteto, serventesio) se usan en poemas de carácter descriptivo o para reflejar las emociones del poeta.

El tetrástrofo monorrimo se utilizó mucho en la Edad Media y fue la primera estrofa que se escribió ajustada a las reglas del metro y de la rima, pero hoy se considera monótona y no se usa.

Estrofa sáfica

La llamada estrofa sáfica que consta de tres versos endecasílabos, acentuados en 4ª y 8ª más un verso pentasílabo formado por un dáctilo (—uu) y un troqueo (—u).

Dulce vecino de la verde selva

huésped eterno del abril florido

vital aliento de la madre Venus

céfiro blando.

Esteban Manuel de Villegas

Estrofas de cinco versos

Quinteto

Está constituido por cinco versos de arte mayor que riman, generalmente, alternados, aunque a veces adoptan la siguiente combinación:

(11 A) Marchando con su madre Inés resbala,

(11 B) cae al suelo, se hiere y disputando

(11 B) se hablan así después las dos llorando:

(11 A) —¡Si no fueras tan mala! —No soy mala.

(11 B) —¿Qué hacías al caer? —¡Iba rezando!

Ramón de Campoamor

Quintilla

Son cinco versos de arte menor, con dos rimas, que pueden combinarse a capricho del poeta, siempre que no use tres rimas seguidas.

[I, ABBAB]

(8 A) Niños, que de siete a once,

(8 B) tarde y noche alegremente

(8 B) jugáis en torno a la fuente

(8 A) del gran caballo de bronce

(8 B) que hay en la plaza de Oriente…

Juan Eugenio de Hartzenbusch

Otras combinaciones:

[II, ABABA]

(8 A) Sobre un caballo alazano

(8 B) cubierto de galas y oro

(8 A) demanda licencia ufano

(8 B) para alancear a un toro

(8 A) un caballero cristiano.

Nicolás Fernández de Moratín

[III, ABAAB]

(8 A) No desmaye el corazón

(8 B) que en esperar hay victoria:

(8 A) mudanzas del mundo son

(8 A) tras la gloria la pasión

(8 B) y tras la pasión la gloria.

Núñez de Reinosa

Lira (7 A, 11 B, 7 A, 7 B, 11 B)

Es una estrofa anisosilábica. Cinco versos, de los cuales el primero, tercero y cuarto son heptasílabos, y el segundo y quinto, endecasílabos, rimando el primero con el tercero, y el segundo con el cuarto y quinto.

( 7 A) Si de mi baja lira

(11 B) tanto pudiera el son que en un momento

( 7 A) aplacase la ira

( 7 B) del animoso viento

(11 B) y la furia del mar y el movimiento. . .

Garcilaso de la Vega

Uso de estas estrofas

Los quintetos y quintillas permiten lucir la habilidad de los poetas 1 y suele usarse en poemas narrativos. La lira fue introducida de Italia por Garcilaso de la Vega en el siglo XVI con la estrofa que acabamos de leer, en cuyo primer verso figura la palabra que le ha dado nombre.

Estrofas de seis y ocho versos

Estrofas de seis versos

Estrofa manriqueña (8 A, 8 B, 4 C, 8 A, 8 B, 4 C).

Consta de seis versos: cuatro octosílabos, el primero que rima con el cuarto, y el segundo, que rima con el quinto, y dos tetrasílabos, el tercero y el sexto que riman entre sí:

(8 A) Recuerde el alma dormida

(8 B) avive el seso y despierte

(4 C) contemplando

(8 A) cómo se pasa la vida

(8 B) cómo se viene la muerte,

(4 C) tan callando. . .

Jorge Manrique

Sextina (11 A, 11 B, 11 A, 11 B, 11 C, 11 C)

Seis versos endecasílabos, rimados los cuatro primeros como un serventesio, y los dos últimos como un pareado.

(11 A) Mas no le falta con quietud segura

(11 B) de varios bienes rica y sana vida,

(11 A) los anchos campos, lagos de agua pura

(11 B) la cueva, la floresta divertida,

(11 C) las presas, el balar de los ganados,

(11 C) los apacibles sueños no inquietados.

Nicolás Fernández de Moratín

Uso de estas estrofas

La estrofa manriqueña se llama así por haberla usado el gran-poeta Jorge Manrique (siglo XV) en sus famosas Coplas a la muerte de su padre, y nadie las ha escrito después con tanta elegancia.

La sextina sirve para la poesía descriptiva y amorosa.

Estrofas de ocho versos

Octava real (11 A, 11 B, 11 A, 11 B, 11 A, 11 B, 11 C, 11 C)

Es una ampliación de la sextina. Es, pues, de verso endecasílabo. Los seis primeros versos riman alternados (primero con tercero y quinto; segundo con cuarto y sexto). El séptimo y octavo riman entre sí.

(11 A) No las damas, amor, no gentilezas

(11 B) de caballeros, canto, enamorados,

(11 A) ni las muestras, regalos y ternezas

(11 B) de amorosos afectos y cuidados;

(11 A) mas el valor, los hechos, las proezas

(11 B) de aquellos caballeros esforzados

(11 C) que a la cerviz de Arauco no domada

(11 C) pusieron duro yugo con la espada.

Alonso de Ercilla

Octava italiana

Tiene ocho versos de diez sílabas. Es fundamental que el cuarto y el octavo verso rimen en sílaba aguda. El segundo y el tercero riman entre sí, así como el sexto y el séptimo. El primero y el quinto suelen ser libres.

(10 A) Llorad, vírgenes tristes de Iberia

(10 B) nuestros héroes en fúnebre lloro;

(10 B) dad al viento las trenzas de oro

(10 C) y los cantos de muerte entonad.

(10 D) Y vosotros, ¡oh nobles guerreros!

(10 E) de la patria sostén y esperanza.

(10 E) abrasados en sed de venganza,

(10 C) odio eterno al tirano jurad.

José de Espronceda

Octavilla

La misma combinación de rimas que la octava italiana, pero en versos octosílabos.

(8 A) Quedóse el claustro recóndito

(8 B) por el farol alumbrado

(8 B) que dejó al irse colgado

(8 C´) Margarita en el altar.

(8 D) Y sólo se oyó tras ella

(8 E) el rumor del aguacero,

(8 E) y el soplo del aire fiero

(8 C´) que bramaba sin cesar.

José Zorrilla

Copla de arte mayor

Estrofa de ocho versos dodecasílabos. Constaba de dos cuartetos, enlazados por las rimas. La disposición podrá ser cruzada (12 A, 12 B, 12 A, 12 B, 12 B, 12 C, 12 C, 12 B).

(12 A) Al muy prepotente don Juan el Segundo,

(12 B) aquel con quien Júpiter tuvo tal celo,

(12 B) que tanta de parte le fizo del mundo

(12 A) cuanta a sí mismo se fizo del cielo;

(12 A) al gran rey de España, al César novelo,

(12 C) al que con Fortuna es bien fortunado

(12 C) aquel en quien cabe virtud y reinado

(12 A) a él la rodilla fincada por suelo.

Juan de Mena

Uso de estas estrofas

La octava real se usa para los relatos heroicos, como el de La Araucana, o guerra de los españoles contra los indios de Arauco (Chile), que escribió Alonso de Ercilla.

La octava italiana sirve muchas veces para escribir himnos o cantos. La octavilla, para relatos breves.

La copla de arte mayor, de ritmo muy pesado y monótono, se usó a fines de la Edad Media, y ha dejado de utilizarse.

Otras estrofas de rima consonante

La estrofa de diez versos

Décima (8 A, 8 B, 8 B, 8 A, 8 A, 8 C, 8 C, 8 D, 8 D, 8 C)

Consta de diez versos octosílabos que riman: el primero, cuarto y quinto; el sexto, séptimo y décimo; el segundo y el tercero; el octavo y el noveno.

(8 A) Éste del cabello cano

(8 B) como la piel del armiño

(8 B) juntó a su candor de niño

(8 A) una experiencia de anciano.

(8 A) Cuando se tiene en la mano

(8 C) un libro de tal varón,

(8 C) abeja es cada expresión

(8 D) que, volando del papel,

(8 D) deja en los labios la miel

(8 C) y pica en el corazón.

Rubén Darío

Uso de esta estrofa

Esta estrofa fue usada por primera vez por el poeta Vicente Espinel, en el siglo XVI, y por eso se la llama también “espinela”. Por su forma breve y concisa, se presta a reflexiones y monólogos, y así la usa muchas veces Calderón en su teatro (recuérdese el famoso Cuentan de un sabio que un día). Asimismo, se presta al retrato literario o descripción de una persona.2

La estrofa de catorce versos: soneto

Consta de catorce versos endecasílabos. Los ocho primeros constituyen dos cuartetos, que repiten sus rimas (ABBA, ABBA); los seis restantes, dos tercetos que suelen ir encadenados (CDC, DCD). He aquí un divertido soneto en que a medida que se lee se explica su composición:

(11 A) Un soneto me manda hacer Violante

(11 B) y en mi vida me he visto en tal aprieto;

(11 B) catorce versos dicen que es soneto;

(11 A) burla burlando van los tres delante.

(11 A) Yo pensé que no hallara consonante,

(11 B) y estoy en la mitad de otro cuarteto;

(11 B) mas si me veo en el primer terceto,

(11 A) no hay cosa en los cuartetos que me espante.

(11 C) Por el primer terceto voy entrando,

(11 D) y aun parece que entré con pie derecho,

(11 C) pues fin con este verso le voy dando.

(11 D) Ya estoy en el segundo y aun sospecho

(11 C) que estoy los trece versos acabando.

(11 D) Contad si son catorce y está hecho.

Lope de Vega

Uso de esta estrofa

El soneto es la estrofa más prestigiosa de nuestra literatura, y fue importada también de Italia, en el siglo XV, por el Marqués de Santillana (“Sonetos fechos al itálico modo”). Son famosos los sonetos de Garcilaso de la Vega, de Lope de Vega y de Góngora. Algunas veces se altera la rima de los tercetos que en vez de ser encadenada (CDC-DCD) es escalonada (CDE-CDE) o sigue otras formas como (CCD-EED).

Como forma caprichosa y no usada tenemos el Soneto con estrambote, que lleva dos o tres versos de añadidura, después de los tercetos. Es obligado el ejemplo de Cervantes, en su soneto.

Al túmulo de Felipe II

(11 A) Vive Dios que me espanta esta grandeza,

(11 B) y que diera un millón por describilla,

(11 B) porque ¿a quién no suspende y maravilla

(11 A) esta máquina insigne, esta riqueza?

(11 A) Por Jesucristo vivo, cada pieza

(11 B) vale más de un millón, y que es mancilla

(11 B) que esto no dure un siglo ¡oh, gran Sevilla,

(11 A) Roma triunfante en ánimo y nobleza!

(11 C) Apostaré que el ánima del muerto,

(11 D) por gozar este sitio, hoy ha dejado

(11 E) la gloria donde vive eternamente.

(11 C) Esto oyó un valentón, y dijo: Es cierto

(11 D) cuanto dice voacé, seor soldado;

(11 E) y quien dijere lo contrario, miente.

( 7 E) Y luego incontinente,

(11 F) caló el chapeo, requirió la espada,

(11 F) miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

Estrofas consonantes de número indefinido de versos

Finalmente, vamos a terminar esta serie de estrofas de rima consonante con dos clases de estrofa anisosilábica, que no tiene determinado el número de versos.

Silva

Se llama silva (del latín = selva) a la estrofa constituida por una serie indeterminada de versos heptasílabos y endecasílabos que riman en consonante al arbitrio del poeta:

Este despedazado anfiteatro,

impío 3 honor de los dioses, cuya afrenta

publica el amarillo jaramago,

ya reducido a trágico teatro,

¡oh fábula del tiempo!, representa

cuánta fue su grandeza y es su estrago.

¿Cómo en el cerco vago

de su desierta arena

el gran pueblo no suena?

¿Dónde, pues, fieras hay, está el desnudo

luchador? ¿Dónde está el atleta fuerte?

Todo despareció;4 cambió la suerte

voces alegres en silencio mudo;

mas aun el tiempo da en estos despojos

espectáculos fieros a los ojos,

y miran tan confuso lo presente

que voces de dolor el alma siente.

Rodrigo Caro

Estancia

Cuando estos versos heptasílabos y endecasílabos, se agrupan con una cierta regularidad en su distribución y en su rima la composición se llama estancia.

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