La rima vocálica: sus estrofas
Valor de la rima imperfecta o vocálica
Ya hemos visto que junto a la rima “perfecta o consonante (repetición de todas las letras finales, desde el último acento) existe la rima imperfecta o vocálica (llamada también asonante) cuando se repiten solamente las vocales finales desde la última acentuada.
La rima vocálica es, por lo tanto más fácil de obtener que la consonante. Por ello se la encuentra frecuentemente en la poesía primitiva y en los cantos populares.
Su repetición
La rima vocálica es más natural y, por lo tanto, menos fatigosa al ser escuchada. De ahí que puede repetirse indefinidamente en una composición.
En cambio la rima consonante nos martillearía insoportablemente el oído si se repitiera más de tres veces.
Su notación
Recuérdese que usamos letras minúsculas para designar las rimas vocálicas, y la x para indicar falta de rima o verso blanco.
La serie monorrima
Se llama serie monorrima a un conjunto indeterminado de versos de arte mayor, de medida imprecisa, que tienen una sola rima vocálica.
De nuestra más antigua “canción de gesta” el “Cantar de Mío Cid” tomamos este fragmento (modernizado) que recuerda cómo el Campeador regala su espada “Colada” a su fiel amigo Martín Antolínez:
(14 a) A Martín Antolínez, el burgalés de pro,
(13 a) tendió el brazo, la espada Colada le dio;
(13 a) —Martín Antolínez, mi vasallo de pro,
(14 a) tomad a Colada, ganéla de buen señor,
(15 a) de Ramón Berenguer de Barcelona la mayor,
(12 a) por eso os la doy que bien la cuidéis vos.
(15 a) Sé que si os acaeciere (o viniera sazón)
(13 a) con ella ganaréis gran pres y gran valor.
(13 a) Besóle la mano, la espada recibió.
(15 a) Luego se levantó Mío Cid el Campeador;
(13 a) Gracias al Criador y a vos rey, señor,
(18 a) ya contento soy de mis espadas, de Colada y de Tizón.
Uso de esta estrofa. Su origen
El romance es una estrofa que escribieron cuando la lengua se empezaba a formar (siglo XI al Xll), no sabían métrica. Eran sencillos “juglares”, muy ignorantes, que, acompañados de instrumentos se ganaban la vida cantando por los caminos, “canciones de gestas”, es decir, de “hazañas” guerreras. Para hacer más atractivo su relato y más fácil de recordar, colocaban al final de cada serie de palabras, de medida aproximada, una que repitiese el sonido de la del verso anterior, creando estas “series monorrimas”.
Romance
Se denomina romance a la composición formada por un número indefinido de versos octosílabos, que tienen rima vocálica en los versos pares, quedando libres los impares.
Uso de esta estrofa. Su origen
El romance es una estrofa apropiada especialmente para las narraciones o relatos.
A medida que avanzaban los tiempos, los juglares aprendieron a medir sus series monorrimas, predominando la métrica de dieciséis sílabas. Como, para recitar, solía haber una pausa o cesura después de la octava sílaba cada hemistiquio se convirtió en un verso.
Como es lógico los versos correspondientes al primer hemistiquio (o versos impares) se quedaron sin rima, mientras los segundos hemistiquios (o versos pares) conservaron la rima vocálica (asonante).
Ejemplo:
Así la serie monorrima:
Riberas del Duero arriba // cabalgan dos zamoranos
en caballos alazanes // ricamente enjaezados.
Fuertes armas traen secretas // y encima sus ricos mantos
con sendas lanzas y adargas // como hombres enemistados.
se convierte en el romance:
(8 x) Riberas del Duero arriba
(8 a) cabalgan dos zamorAnOs
(8 x) en caballos alazanes
(8 a) ricamente enjaezAdOs.
(8 x) Fuertes armas traen 1 secretas
(8 a) y encima sus ricos mAntOs…
(8 x) con sendas lanzas y adargas
C8 a) como hombres enemistAdOs.
Romances viejos
Estos romances anónimos que proceden de antiguas canciones de gesta, se denominan romances viejos, y se difundían por tradición oral, es decir, de boca en boca, por lo que muchas veces tenemos varias versiones o variantes de un mismo romance.
Romances artísticos
A partir del siglo xvi los poetas continuaron usando la estrofa del romance, que deja de ser anónimo y se utiliza para toda clase de temas, aunque predominan los narrativos.
Son famosos los romances de Góngora, Lope de Vega y Quevedo en el siglo XVII. De Gerardo Diego y Federico García Lorca en el XX.
Estrofas para cantar
Coplas
Dentro de este grupo de estrofas de carácter popular, debemos mencionar la copla, de cuatro versos octosílabos que suele llevar rima vocálica en los versos segundo y cuarto (8 x, 8 a, 8 x, 8 a), aunque a veces la lleve consonante.
Este esquema sirve para muchos cantos populares españoles, como la jota aragonesa.
Ejemplo:
[rima vocálica] [rima consonante]
(8 x) Si quieres pegarme pega (8 x) La Virgen del Pilar dice
(8 a) pega donde más te agrade; (8 A) que no quiere ser francesa,
(8 x) pero no en mi corazón (8 x) que quiere ser capitana
(8 a) donde tengo yo tu imagen. (8 A) de la tropa aragonesa.
La seguidilla
Es la forma que toma el canto popular andaluz. Tiene siete versos: tres heptasílabos y cuatro pentasílabos intercalados, que riman entre sí los dos primeros y los dos últimos (7 x 5 a 7 x 5a; 5b 7x 5b).
Sin flores ha nacido dale tú, niña,
la primavera un puñado de flores
y pide una limosna de tus mejillas.
de puerta en puerta; V. Ruiz Aguilera
Estrofas con estribillo
Caracteriza a este grupo de estrofas la repetición de determinado número de versos a lo largo de una composición.
- Glosa.— Así en la glosa, el poeta desarrolla un tema repitiendo un verso de los que figuran al principio.
- Zéjel. — Es una estrofa de origen árabe. Consta de una cabeza o estribillo de dos versos; una mudanza de tres versos monorrimos; una vuelta de un verso que rima con los dos primeros y el estribillo que se repite al final.
- Villancico. — Cuando la cabeza tiene tres versos se llama villancico y puede encabezar un estrofa parecida al Zéjel.
- Letrilla. — Las poesías extensas, de arte menor, que tienen un estribillo de dos o tres versos que se repiten periódicamente se denominan letrillas.
- Ovillejo.— Consta de diez versos octosílabos, excepto el segundo, cuarto y sexto, que son de pie quebrado, y que se reúnen en el verso final.
Uso de estas estrofas
Las tres primeras estrofas se usan en cuentos populares y el ovillejo para lucimiento de la habilidad de los poetas.