La palabra y la belleza

Literatura

La literatura -del latín littera, letra- es el conjunto de obras de arte creadas por medio de la palabra.

Las demás artes -la escultura, la pintura, la música- necesitan de materiales o instrumentos para crear la belleza. Al literato o escritor le basta con manejar palabras, y así como combinando colores o notas se produce un bello cuadro o una agradable melodía, así también el literato crea obras literarias escogiendo y ordenando su lenguaje.

Preceptiva

Estudiando las grandes obras literarias, se observa que muchas de ellas se ajustan a ciertas reglas o preceptos, cuyo estudio se denomina Preceptiva.

No existen métodos para crear la belleza, porque esta creación depende de unas cualidades personales del artista que no se pueden transmitir ni enseñar.

Estilística

El estudio de las obras literarias cuando se refiere al estilo característico de un literato, constituye una ciencia especial llamada Estilística.

La palabra estilo procede del vocablo latino stilus, punzón que servía para escribir a los romanos. Leyendo atentamente a un escritor acabaremos reconociendo su estilo o manera especial de escribir.

Historia de la literatura

Finalmente, necesitamos conocer cuáles han sido las grandes etapas del pasado en el arte literario y las figuras más gloriosas del mismo. Su estudio corresponde a la Historia de la Literatura.

¿Para qué sirve el estudio de las obras literarias?

En el aspecto educativo, de nuestra formación espiritual, el conocimiento de las obras literarias nos sirve:

  1. para expresarnos mejor;

  2. para perfeccionar nuestro gusto.

En el aspecto instructivo, de nuestra información cultural, el estudio de las obras literarias nos permite:

  1. distinguir los distintos períodos de la literatura;

  2. comprender el espíritu de las gentes que nos han precedido.

La literatura no sirve, pues, para nada práctico. Observemos, sin embargo, que sólo los pueblos salvajes se ocupan exclusivamente de cosas prácticas, como alimentarse, defenderse o abrigarse. Decimos, en cambio, que una persona es culta, cuando es capaz de gozar en las cosas inútiles en su apariencia, como visitar museos, asistir a conciertos o leer bellos libros.

La literatura y su difusión

Difusión de la literatura

La literatura existe en todos los períodos de la Historia de la cultura humana. Siempre ha habido quien ha velado por su conservación y su difusión, bien por medio de la palabra (transmisión oral), bien por medio de la escritura (transmisión escrita).

La transmisión oral

Durante muchos siglos la humanidad ha transmitido sus relatos o poemas, de padres a hijos, por vía oral. Hoy percibimos, todavía, la literatura por vía oral, cuando oímos recitar una poesía, asistimos a una representación teatral o escuchamos un discurso.

Hay pueblos primitivos que no conocen el arte de escribir, y que poseen una literatura. Muchos de los romances y poemas que hoy podemos leer impresos circularon, en un principio, de boca en boca, sufriendo con ello grandes alteraciones o variantes.

La transmisión escrita

La humanidad necesitaba fijar su expresión hablada por medio de la escritura, de manera que pudiera recordarse mejor y transmitirse sin alteraciones.

El paso del tiempo, las guerras, incendios y devastaciones no han conseguido impedir que las obras literarias se hayan perpetuado, a pesar de utilizar materiales tan frágiles como el papiro (hecho con una planta egipcia), el pergamino (fabricado con pieles de animal) o el papel (inventado por los chinos y difundido en Europa desde el siglo xv).

Los manuscritos

Hasta la invención de la imprenta (1440, las obras literarias se difundían por medio de copias manuscritas sobre pergaminos (códices), dotadas muchas veces de hermosas letras (caligrafías) y dibujos en color (códices miniados).

La producción de libros era, pues, lenta y muy costosa, por lo que muy contadas personas podían beneficiarse de ellos.

En un principio los impresores componían sus libros a mano, cogiendo cada tipo o letra de una caja. Hoy las modernas linotipias permiten componer a gran velocidad.

La imprenta

La imprenta, al confeccionar muchas copias a la vez, abarató los libros y contribuyó a que pudiesen llegar a públicos cada vez más amplios. La imprenta populariza la cultura.

La imprenta se ha perfeccionado mucho desde los primeros incunables, o libros impresos durante el siglo xv. Actualmente las máquinas llamadas rotativas permiten imprimir miles de ejemplares en muy poco tiempo.

La radio y la televisión

Finalmente, la radio y la televisión constituyen nuevos elementos difusores de la Literatura, que llega a todos los hogares por medio de recitales de poesía, de novela y de teatro. Es, por lo tanto, un retorno a la transmisión oral.

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