El arte de enseñar

Se denomina didáctica a toda obra destinada a enseñar. El arte de enseñar se llama pedagogía.

Una obra didáctica puede proponerse:

  • informarnos sobre una ciencia o un arte (didáctica instructiva);
  • formarnos en lo que se refiere a nuestra conducta (didáctica moral).

Didáctica instructiva

Los libros que pertenecen a la didáctica instructiva se proponen enseñar (o mostrar) un aspecto del saber humano.

Deberán ser:

  • claros, de manera que cada concepto sea comprensible;
  • y metódicos, procurando que en su lectura vayamos pasando de lo más sencillo a lo más complicado.

Clasificación de las obras didácticas instructivas

1. Tratados

Los libros que se destinan a la enseñanza se denominan tratados y abarcan la totalidad de una rama de la cultura (lo que en los planes de enseñanza se llama una asignatura).

Los tratados deben adoptar la llamada forma expositiva, por la que el autor explica al estudioso el estado actual de una ciencia.

El orden debe ser sistemático, de manera que el lector pueda comprender bien la totalidad de la materia y las partes en que se divide ayudándose para ello de elementos gráficos (dibujos, cuadros sinópticos, etc.).

El estilo de los tratados debe ser claro y preciso en las definiciones, y con párrafos aclaratorios cuando sean necesarios.

2. Monografías

Un libro dedicado a estudiar detalladamente un solo aspecto o cuestión científica recibe el nombre de monografía.

Si partiendo de determinadas hipótesis (o supuestos) se llega a descubrir un hecho científico nuevo, se redacta una tesis, como las que hay que presentar y defender cuando se aspira al grado de Doctor (en Medicina, en Letras, en Ciencias o en Derecho) por lo que reciben el nombre de tesis doctorales.

Tanto las monografías como las tesis deben documentarse científicamente, es decir, aportando datos y observaciones no tenidas en cuenta hasta el momento.

3. Ensayos

Se denomina ensayo a la libre interpretación personal de una observación científica.

El ensayo (que no debe confundirse con la función de prueba que se realiza en el teatro) no pretende estudiar sistemáticamente toda una ciencia (tratado) ni aportar una nueva investigación de detalle (monografía), sino que es una meditación o reflexión que divagando sobre un aspecto cultural nos enseña a comprender su importancia o su significación.

La palabra ensayo la usó por primera vez el escritor francés del siglo xvi Miguel de Montaigne (en sus “Essais”), pero con el título de “prosa doctrinal” (o en forma de diálogos) existía ya en la literatura española.

4. Crítica

Se denomina crítica al arte de juzgar, es decir, de reconocer y explicar los valores que contiene una obra literaria.

La crítica pertenece a la didáctica instructiva ya que nos informa acerca de muchas producciones que desconocemos.

Cuando la crítica estudia las obras en relación con la reglas de la preceptiva se llama crítica dogmática. Si se limita a explicar el efecto que la obra produce se llama crítica impresionista.

La crítica literaria referida a una o varias épocas se denomina Historia de la Literatura.

Didáctica moral

Si la didáctica instructiva se propone informar nuestra inteligencia, la didáctica moral se propone formar nuestro carácter, orientando nuestra conducta por el camino del bien.

1. La fábula

Así en las fábulas, pequeños relatos, casi siempre en verso, cuyos personajes, muchas veces en figuras de animales, simbolizan los vicios y virtudes. La lección que se extrae del argumento de la fábula se denomina moraleja. Cuando la fábula está escrita en prosa se denomina apólogo.

Muchas fábulas llegaron de Oriente —India, Persia, Arabia— pero el griego Esopo y el latino Fedro fueron quienes las hicieron populares entre nosotros, gracias al famoso Lafontaine en Francia (siglo xvii) y al popular Samaniego en España (siglo xviii).

2. La parábola

La parábola es también un relato de carácter didáctico moral, en el que no intervienen animales, y en las que, mediante un relato en prosa, se simboliza la lección que debe ofrecerse.

Jesucristo, Nuestro Señor, expuso en forma de parábolas, que registran los Evangelios, algunos importantes aspectos de su Doctrina.

3. La epístola moral

Se denomina “epístola moral” a una carta de carácter literario, generalmente en verso (tercetos encadenados) dirigida a un amigo (real o ficticio) en la que se dan consejos sobre la conducta humana.

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