Información contable. Los Planes de Contabilidad

La información contable

La información contable debe reunir ciertos requisitos:

  • Fiabilidad: Ausencia de errores en la información que se suministra.
  • Comprensible: Ha de ser asequible en su comprensión para aquellos a los que se destina.
  • Relevante: Tiene que ofrecer la información más significativa, sin prescindir nada de lo esencial.
  • Comparable: La información que se ofrece ha de referirse a un tiempo, de modo que permita la comparación con otros períodos u otras empresas.

Los requisitos de la información contable son de una exigencia inexcusable, pues sólo a través de su cumplimiento es posible que los estados contables sean útiles, ya que los usuarios que tienen acceso a estos estados son de muy distinta naturaleza: los propietarios y socios de la empresa; los comités de empresa, los directivos y responsables de la gestión; los clientes y proveedores; los bancos, inversores o prestamistas; las Administraciones Públicas, los organismos de la SS, entre otros.

La ciencia de la contabilidad y su sistemática prácticamente no ha variado desde que se inventó. Se basa en un sistema sencillo de recoger los datos económicos de una empresa u organización y reflejar mediante la información derivada de los mismos su situación económica y financiera.

Sin embargo, la legislación se hace necesaria, ya que sin ella unas empresas podrían llamar a lo mismo de formas diferentes o tener criterios muy distintos respecto a la valoración de los bienes. Así, una empresa podría recoger el dinero que tiene en el banco en una cuenta llamada entidades financieras, otra empresa podría llamarla bancos, otra por el nombre de cada entidad, y así sucesivamente. Asimismo, una empresa podría valorar sus inmuebles por el valor del mismo en el momento de cerrar las cuentas, otra por su coste de adquisición, y otra según le interesase.

Se necesitan, por tanto, unas reglas y unas denominaciones que sean comunes para todos. Esto es lo que hacen los planes de contabilidad.

De este modo, y para que acreedores, socios, trabajadores de una empresa o posibles inversores puedan conocer y comparar cualquier sociedad consigo misma y con otras, surgen las legislaciones contables. Éstas tienen como objetivo establecer las reglas del juego que permitan comparar y analizar cualquier empresa.

Concretar la denominación de las principales cuentas, las reglas de valoración o el modo de presentarlas son algunos de los objetivos de los planes de contabilidad. Por ejemplo, que el dinero que se tenga en bancos todo el mundo lo recoja en una cuenta con la denominación de bancos o determinar a qué precio se debe recoger cada uno de los elementos que forma el patrimonio de la empresa. Por ejemplo, al valor al que se compró.

En España, el Plan General de Contabilidad vigente viene recogido en el Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre. Está inspirado en las normas internacionales de contabilidad (NIC) y en normas internacionales financieras (NIIF).

Para facilitar la aplicación de estas normas a las pequeñas y medianas empresas (pymes), y con el objetivo de simplificarlas, se publica también en noviembre de 2007 el Plan General para Pymes.

Las NIC y NIIF se aplican directamente a los grupos de empresas que cotizan en bolsa.

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