La cuenta de pérdidas y ganancias o de resultados
La cuenta de pérdidas y ganancias indica para un período determinado, normalmente un ejercicio económico, los ingresos y gastos generados, y por diferencia el resultado del período.
Tanto ingresos como gastos deben aparecer reflejados de acuerdo al criterio del devengo. Es decir, en el momento en que se genera la obligación de pago independientemente del momento de cobro o pago.
Al cierre del ejercicio, y mientras no se produzca su distribución, el resultado del período que arroja la cuenta de pérdidas y ganancias coincide con la cifra que por tal concepto figurará en el balance de situación como parte del patrimonio de la sociedad.
Los ingresos y gastos se clasifican y confrontan en función de su naturaleza. Así:
- Los derivados de la actividad ordinaria de la sociedad (ingresos por servicios, compras, personal, aprovisionamientos, etc) se denominan gastos e ingresos de explotación. Por diferencia entre ambos se obtiene el resultado de explotación.
- Los de naturaleza financiera (intereses pagados o recibidos, dividendos recibidos, etc) dan lugar al resultado financiero.
- Los de naturaleza extraordinaria (plusvalías o minusvalías en la enajenación de inmovilizados, subvenciones, etc) dan lugar al resultado extraordinario.
El resultado de explotación es el que nos da la medida de la rentabilidad de la actividad principal. En general, es lo que nos indicará el valor de la empresa.
Con el nuevo PGC los resultados extraordinarios se integran en los otros dos apartados y en las denominadas operaciones interrumpidas.
7.1. Aparición del resultado del ejercicio en el balance de situación
Si como resultado de su actividad la empresa está obteniendo beneficios, esto se traducirá en un bien del activo que podrá ser dinero en bancos, una maquinaria que se haya comprado, deudas a favor de la empresa, etc. Si hubiera pérdidas, éstas deberán ser financiadas por alguna partida del pasivo, bien por aportaciones de los propietarios o de accionistas si se trata de una empresa. Por ello, las pérdidas aparecen o en el activo, o en el pasivo con signo negativo.
Al finalizar el ejercicio, la empresa podrá tener beneficios o pérdidas. Si el resultado ha sido positivo, se traduce en un aumento del capital propio. Por eso figurarán en el pasivo no exigible (neto), como el ccapital social. Si son pérdidas, neutralizan parte de ese capital y figurarán, por tanto, en el activo (o lo que es lo mismo, en el neto con signo negativo). Posteriormente, este beneficio podrá o ser repartido a los accionistas (al Estado si es un ente público) o permanecer en la empresa en forma de reservas.